fbpx

Crescita Personale

Introduzione al percorso di Crescita Personale:

Empowerment

(Tempo lettura 15 min- Ascolto 30 min)

Que es una emoción

Comprender una Emoción

Para seguir hablando de universo emocional sería muy importante aclarar algunas cuestiones de fondo alrededor de las emociones. Y lo haremos respondiendo a algunas preguntas: la primera de ellas es aclarar una cuestión importante en relación con la experiencia emocional, y es si existen, o se pueden definir, emociones positivas y emociones negativas en nuestra experiencia.
Desde un punto de vista lógico esto podría significar que existen emociones buenas y emociones malas que experimentamos. ¿pero es cierto todo esto?
Para comenzar a responder a esta pregunta lo primero es aclarar cómo se activa una emoción. Que es lo que nos sucede cuando probamos emociones.
La primera cosa es recordarnos que una emoción se manifiesta como algo rápido, que su proceso de activación es casi inmediato de frente a un estímulo. Podemos decir que se activa une estado general de emergencia.
Como consecuencia de esa activación y casi de inmediato sigue una respuesta de tipo comportamental, o sea una respuesta que pone en acción esa alerta modificando nuestra dinámica física.
Después de esta respuesta repentina, de estos dos movimientos activadores se pasa a un tercer nivel de respuesta que implica nuestra parte cognitiva, permitiéndonos entender la situación a la que nos estamos enfrentando, pudiéndola valorar en modo adecuado, en base a nuestra experiencia y a las circunstancias.
Así podemos decir que una emoción es una respuesta adaptativa a una situación que se nos presenta. Y es por este motivo que, siendo una respuesta adaptativa, podemos concluir que no podemos evitar de sentir emociones.
Es aquí donde podemos buscar responder a la pregunta ¿si existen o no emociones di tipo positivas y de tipo negativas?, o de otra manera ¿si algunas emociones son beneficiosas para nosotros y algunas lo son menos?
Como hemos visto la activación de una emoción la podemos dividir en tres pasos fundamentales que son: repuesta y activación automática por un evento estimulante, repuesta comportamental modificando mi estado para adatarme, comprensión de lo que está ocurriendo y atribución de valor al evento.
Y es en esa tercera parte donde nos podemos centrar para dar respuesta a nuestra inquietud sobre el valor positivo o no de lo que experimentamos.
Un ejemplo nos será útil para comprender mejor esta dinámica:
Si estoy siguiendo un partido de futbol, y se realiza un gol, y por alguna distracción o ocupación momentánea, no pude seguir el juego, me activare para comprender lo ocurrido, me movilizaré para entender que sucedió. (aquí vemos la primera y la segunda respuesta y activación: emergencia y comportamiento). Seguirá rápidamente la comprensión de tipo cognitiva que me hará comprender cual es el equipo que ha realizado un gol, y esto cambiará de manera crucial la atribución que a este evento seguirá. Sera muy distinta lo que probar, mis emociones irán dejando lugar a sentimientos muy distintos, si a marcar el gol fue mi equipo o el equipo adversario.
Este tercer nivel es el que nos permite comprender y atribuir valor subjetivo al evento activador ‘gol’ que podríamos considerar inicialmente neutro, pero que recibirá el valor positivo o negativo en base a nuestra simpatía y afecto por un equipo o por el otro.
Y es exactamente aquí que se puede ver como la emociones en si no tienen un valor positivo o negativa, son activadores de respuesta adaptativas a determinadas situaciones, pudiendo generar respuesta a distintos niveles. Después, comprendiendo y asignando valor al evento, podremos de alguna manera gestionar la experiencia derivada da esas emociones, a través de valor atribuido y así podrán darnos sensaciones positivas o negativas, pero esto dependerá en gran parte de nosotros y de cómo gestionemos nuestra atribución de valor a lo que hemos experimentado.
Esta es una clave muy importante para aprender a gestionar nuestras dimensiones emocionales y sentimentales, para conseguir bienestar en nuestras vidas.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn
error: ¡El contenido está protegido!